Beautiful Thing (1996) es una película que no debería faltar en ningún ranking de las mejores películas del cine gay. Sorprende que una historia con tan bajo presupuesto y con un guión tan sencillo haya logrado entrar en el fondo de millones de corazones del público homosexual.
Pese a notarse su factura de tele-film, lo cierto es que Beautiful Thing (1996) es una obra maestra del cine gay. Y esto es gracias a elementos como: su capacidad para abordar los sentimientos de los adolescentes gays, la delicadeza e intimismo con la que están rodadas las escenas, su mirada al mundo de la exploración del primer amor homosexual, las geniales interpretaciones, su buena música (You are sexteen, go on an seventeen), etc.
La película nos habla de la dificultad para aceptarse como homosexual en los entornos hostiles. En un contexto de familias obreras, de pocos recursos, dos chicos gays marginados en su vida social encontrarán que juntos pueden superar muchas de las dificultades que les amenazan.
Jamie y Ste, como así se llaman los protagonistas, se enamorarán en un contexto de dificultades, donde la homofobia y la violencia están muy presentes. Jamie ha dejado de ir a la escuela, porque era víctima de bullyng en los colegios a los que acudía, donde los demás chicos se burlaban de él por ser sensible y no participar de las manifestaciones machistas de los demás. Por su parte, Ste, es víctima de la violencia familiar y de los abusos de su padre, lo que le hacen también un chico vulnerable.
La película nos enseña que el amor siempre puede ser una ayuda para superar las dificultades. No es una panacea, pero la compañía y la vida en pareja siempre son un apoyo para salir adelante. Los dos chicos protagonistas de Beautiful Thing (1996) podrán pensar la vida de otra manera. La vida no tiene por qué ser triste, pese a que tu realidad no sea buena. Al contrario, somos las personas las que tenemos la capacidad de buscar salidas a nuestra inestabilidad y, como dice el título de la película, encontrar una/s cosa/s bonita.
Quiero destacar la excelente actuación de Linda Henry, como la madre de Jamie, la cual además de luchar por encontrar un trabajo se encontrará con la sorpresa de que su hijo es homosexual, algo que necesitará comprender y aceptar.
Quiero hacer aquí un apunte sobre las madres de hijos gays. Muchos adolescentes, como Jamie, co-protagonista de Beautiful Thing (1996) sienten miedo de decirles a sus padres que son homosexuales, porque estos podrán sentirse mal. Nadie está obligado a mostrar su orientación, pero lo que es evidente es que no son los hijos homosexuales los que deben sentirse culpables de que sus padres no los entiendan y / o acepten por ser gays.
El problema lo tienen los padres que no comprenden la diversidad. Y su problema es de tipo cultural. Han sido educados en un mundo machista y heterocentrado que ha marginado a los homosexuales. Ellos, los padres, sólo reproducen el sistema. No les culpemos en exceso, pero a la vez que ningún homosexual se sienta mal porque sus padres no le aceptan. La culpa, si es que hay culpables, es de la cultura retrógrada que arrastramos, no de que las personas amen a quien deseen (F.R.C.).