La primera película elegida es Get Real (1998). Los autores de Cinegay.org estamos de acuerdo en que este film reúne todos los condimentos para ser una obra maestra del cine gay. No es necesario un gran presupuesto, para contar una historia sencilla y a la vez valiente como es la salida del armario en la escuela y ante la sociedad.
El segundo lugar lo ocupa Brokeback Mountain (2005), que bien podría ser la primera igualmente. Y es que Ang Lee rueda una historia de amor entre dos hombres amigos, a lo largo del tiempo, logrando que el espectador olvide por momentos que son homosexuales y se sumerja en una historia de sentimientos y de amor entre personas, más allá de su orientación.
Sorprenderá que la alemana Tormenta de verano (2004) este tercera en el ranking, ya que volvemos a premiar otro título "reciente", junto a Brokeback Mountain (2005). Y sorprenderá también que los actores vuelvan a ser adolescentes como en Get Real (1998). La respuesta es clara: además de ser una obra refrescante y de gran belleza es necesario premiar a las películas gays adolescentes, por su contribución a la creación de referentes para los chicos homosexuales de la actualidad. Si la obra es relativamente reciente y ya nos resulta tan extraordinaria, con el paso del tiempo podrá ganar más peso.
En cuarto lugar, tenemos otra obra de Ang Lee, El banquete de boda (1993). Aquí se podrían poner algunas reservas. Alguien diría que su premio es excesivo, después de darle el segundo lugar a Brokeback Mountain (2005) y que sería necesario incorporar nuevos directores. No obstante, además de que la obra es fabulosa y una muestra de la homosexualidad intercultural, ¿qué se puede decir del que es hoy día el director más galardonado con premios Óscars de la Historia del Cine? Sí amigos y amigas, él mismo que ha rodado recientemente La vida de Pi (2012) y anteriormente Tormenta de hielo (1997), Sentido y sensibilidad (1995) y un largo etcétera de películas culmen de la historia del cine.
Priscilla, reína del desierto (1993) ocupa el lugar número quinto. Los autores coincidimos al hacer el ranking en la idea de que era una obra que debía estar en lo más alto del cine gay. Transformismo, plumas, colores, espectáculo... son elementos que nos encantan al público gay y que forman parte del imaginario homosexual. Priscilla merece un lugar en el séptimo arte rosa.
Un sexto puesto para la británica Beautiful Thing (1996) gracias a su tacto para tratar el amor homosexual adolescente en contextos obreros; un séptimo puesto para Happy Together (1997) como muestra de cine intercultural, que nos permite abrir el cine gay a Oriente (Hong Kong), si bien El banquete de boda (1993) ya es "made in Taiwan". Krámpack (2000) con un octavo puesto es la mejor forma de rendir tributo al cine gay español que tantos esfuerzos ha hecho y hace a favor de la homosexualidad.
En el noveno puesto, aparece la francesa Los juncos salvajes (1994) que, aunque fue durante mucho tiempo una película clave sobre la homosexualidad en el cine, lo cierto es que a los autores de Cinegay.org nos resulta menor a la hora de premiar a films donde la homosexualidad tenga su foco central, lo que no evita que sea una especie de cuento maravilloso.
Romeos (2011) cerraría el top de las diez mejores. Otra película alemana, junto a la mencionada Tormenta de verano (2004) que resulta central a la hora de abordar la diversidad, mostrándonos el romance entre un chico gay y otro trans.
Algún film de Almódovar tenía que estar en nuestro ranking. Y, aunque el director manchego haya dicho que Los amantes pasajeros (2013) es su película más gay, nos quedamos sin duda con La ley del deseo (1987), quizás por su carácter pionero y la intensidad de sus imágenes, envueltas en un erotismo barroco pocas veces igualado en el cine.
Con el doceavo puesto de Weekend (2011) volvemos a premiar al cine británico, después de darle el máximo galardón con Get Real (1998) y premiar con el sexto Beautiful Thing (1996). Aunque son películas muy diferentes, las películas sajonas manejan como ningunas los retratos de las personas en su soledad y melancolía, pero también esperanza, logrando enamorarnos de esos personajes.
Y con el número 13 llegaría Shelter (2007), una película ahora sí 100% estadounidense, ya que Brokeback Mountain (2005) debe mucho a la sensibilidad y saber hacer de un director oriental que, aunque adaptado a Hollywood, no deja de tener un sello asiático ejemplar. Por tanto, haber llegado al treceavo puesto para premiar una película gay 100% estadounidense podría decir muy poco del cine que se está exportando en esas latitudes, en comparación con el cine gay europeo, de mayor peso en sus historias, hasta el momento y a nuestro juicio.
Y dicho lo anterior, ahora toca desdecirse parcialmente. Y es que aunque el cine gay estadounidense todavía no esté a la altura del europeo, tiene obras estupendas que también hemos situado en el ranking además de Shelter (2013): Philadelphia (1993), obra clave para entender los estragos que causó el SIDA en la comunidad gay (puesto 14); Dioses y monstruos (1998) sobre la homosexualidad del director de cine James Whale (puesto 16); Compañeros inseparables (1990), otra obra sobre el SIDA tan buena como la protagonizada por Tom Hanks (puesto 18); además de la emotiva y reveladora The Trip (2002) con el puesto 19; la excelentemente rodada Mi nombre es Harvey Milk (2008), gran tributo a la historia del movimiento gay, con el puesto 20; la encantadora y tierna Trilogía de Nueva York (1998) con el puesto 22; y la romántica Mucho más que amigos (1998) con el número 23.
Así pues, no hay duda de que el cine gay estadounidense tiene obras muy buenas, aunque todavía algo menores en cuanto al cine gay europeo, en lo que se refiere a los puestos más altos.
La dulce y alocada comedia gay cubana Fresa y chocolate (1993) junto al fresco incierto y realista de No se lo digas a nadie (1988) son nuestro reconocimiento a Latinoamérica, aunque también podríamos haber incorporado otras como Cotracorriente (2008). Quizás también la reciente Azul y no tan rosa (2012) o la tan esperada La Partida (2013), que bien habrá que volver a evaluar el año que viene. En definitiva, el cine gay latinoamericano está fuerte y en los próximos rankings habrá más películas en nuestro top de Cinegay.org. Estamos seguros de ello.
Faltan por mencionar el inteligente drama inglés Otro país (1984) sobre la homosexualidad en un internado británico; la muy romántica obra francesa Una cuestión de amor (2000); y la dura y desalmada producción alemana La ley del más fuerte (1975), sobre la lucha de clases entre homosexuales.
Esperamos haber compartido un poco nuestra visión sobre las mejores películas gays elegidas este año. Creemos muy necesario ir variando los rankings anualmente. Además, pensamos que los gustos, como las modas, tienen variaciones. Por ello, os anunciamos más películas latinas para el año que viene en el top, además de otras incorporaciones. ¿Entrarán Any Day Now (2012), Las ventajas de ser un marginado (2012), Azul y no tan rosa (2012) o La Partida (2013) en el top 25 del año que viene? Toca esperar.
Mientras tanto, si os gustan los rankings, podéis ver la sección permanente de Mejores películas gays, en la que aparecen también los top del cine gay de Filmaffinity, IMDB, Rotten Tomatoes o los films gay elegidos por la Comundidad de Cinegay.org de Facebook este año.
