David, de la película Fresa y chocolate, 1993
Me acerqué a Diego por culpa de mi compañero de clase, quien insistió en que debía espiar “al maricón” porque era una persona peligrosa para la causa comunista. Aparentemente la homosexualidad era clave segura de rebeldía y falta de fiabilidad.
Descubrí que Diego estaba bastante descontento con la situación general de Cuba. Castro había censurado la cultura y marginado a la comunidad homosexual como si de basura se tratase. Él era gay y artista, así que tenía doble motivo para estar angustiado. Pero en el fondo no era mal tipo. ¿Quién puede culparle por modo de vida?
Entablamos una buena amistad. Pero tuvo que fastidiarlo con su molesto interés. Admito que a veces me resultaba intrigante, pero en general me parecía repugnante. Sin embargo, mientras él aceptara que yo no era como él, estaba dispuesto a aceptarle. Y ser su amigo.
Preguntas para el debate sobre la película Fresa y chocolate, 1993
-¿Es posible la amistad entre dos personas tan distintas como las de esta película?
-¿Cómo se vivió la homosexualidad bajo el régimen de Fidel Castro?
-¿Es difícil ser gay en Cuba hoy en día?
