Wai-tung Gao, de El banquete de boda, 1993
Pero la tranquilidad no duró demasiado: mis padres decidieron hacerme una visita. ¡Ni les había dicho que era gay siquiera! Era tan complicado de explicar que preferí volver a la actuación. ¡Qué bien me vino encontrar a Wei-Wei! Ella haría cualquier cosa por un permiso de residencia, incluido hacerse pasar por mi esposa.
Lo que yo no esperaba era que mis padres se empeñarían en preparar el banquete y todo terminaría siendo más real de lo que esperábamos. Lo peor fue cuando mi madre le regaló a Wei-Wei un vestido suyo; me sentí muy hipócrita, pero ¿qué podía hacer? Nunca lo habrían aceptado… Quizá les subestimé.
Preguntas para el debate sobre la película El banquete de boda, 1993:
-¿Crees que ser gay en Taiwán y otros países asiáticos es especialmente difícil?
-¿Es mejor mentir a tus padres si crees que la verdad les hará daño?
-¿Se puede ser feliz viviendo una mentira?